Gn 42.21-38 - "Las cargas de la conciencia que solo pueden ser liberadas por Cristo" - Serie Génesis No. 92
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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
Hay muchas cosas que cargamos por varios años. La conciencia puede acusarnos y a veces, después de haber intentado todo, no encontramos paz. La Escritura también mostrará una situación similar en la siguiente porción que nos toca estudiar.
Cualquiera sea tu caso, lo que hayas hecho, cualquier situación que has vivido, aún temas familiares que no han sido restaurados por Cristo, tan solo van a alejarte más de Él mientras no tengas paz delante del Señor. A veces vamos a lastimar a las personas que amamos, o tal vez ya lo hemos hecho, incluyendo a padres e hijos por la falta de sabiduría y por nuestra pecaminosidad.
Nuestras vidas con el Señor y solo con el Señor tienen propósitos, y estas cargas a veces pueden alejarnos de ellos. A veces la tristeza también puede alejarnos de ellos. ¿Qué debemos hacer como creyentes en estos casos? ¿Cuánto le importa al Señor todo lo que estamos viviendo? ¿Hay alguna solución en nuestra vida y Dios está interesado en nosotros a pesar de todo esto? La Escritura va a responder todo esto y el título del mensaje de hoy es “Las cargas de la conciencia que solo pueden ser liberadas por Cristo” y está basado en Génesis 42.21-38.
EXÉGESIS Gn 42.21-38
EXÉGESIS Gn 42.21-38
Resumen:
Los hermanos de José lo vendieron por envidiia hace más de 20 años, han venido, enviados por su padre desde Canaán a Egipto por comprar alimentos. José los reconoce y los trata de espías, desea saber con todo su corazón si su padre está bien y si su hermano menor está bien y no ha sufrido el mismo mal por sus hermanos..
19 Si sois hombres honrados, quede preso en la casa de vuestra cárcel uno de vuestros hermanos, y vosotros id y llevad el alimento para el hambre de vuestra casa. 20 Pero traeréis a vuestro hermano menor, y serán verificadas vuestras palabras, y no moriréis. Y ellos lo hicieron así.
La prueba de que estos hombres tal vez han cambiado será que presenten a Benjamín, el hermano menor de José, delante de él. Este es un pedido muy difícil y va a causar reacciones en los hermanos.
21 Y decían el uno al otro: Verdaderamente hemos pecado contra nuestro hermano, pues vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no le escuchamos; por eso ha venido sobre nosotros esta angustia.
Los hermanos de José nunca habían olvidado lo que habían hecho con el hijo más querido por Jacob. Lo habían vendido y apenas ese fue el segundo plan ya que quitarle la vida era la idea inicial. Nunca habían olvidado lo acontencido. Había pasado más de 20 años y seguían recordando la escena.
“Verdaderamente hemos pecado contra nuestro hermano, pues vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no le escuchamos..” - Esta verdad nos es revelada hasta este versículo. Las Escrituras no lo habían detallado así antes. José sufría mucho y rogaba con gran angustia que sus hermanos no le hagan ese mal, que no lo alejen de su padre y ellos no habían escuchado. La envidia puede cegar e insensibiliza aún ante las expresiones o ruegos más grandes. Ahora recién pueden darse cuenta del mal que hicieron a José.
“..por eso ha venido sobre nosotros esta angustia.” - Aunque habían vendido a José como esclavo ellos eran los verdaderos esclavos de su conciencia. Los hechos malos no podían ser olvidados. Habían ocultado a su padre la verdad por muchos años y eran culpables delante del Señor.
22 Entonces Rubén les respondió, diciendo: ¿No os hablé yo y dije: No pequéis contra el joven, y no escuchasteis? He aquí también se nos demanda su sangre.
Lo acontencido nos llama grandemente la atención. Parece que Rubén no sabe y nunca se ha enterado el destino final de José. Él fue vendido por sus hermanos y no asesinado como era el plan inicial. En la historia del Capítulo 37, Rubén estaba ausente en la decisión final, volvió a la cisterna donde estaba atrapado temporalmente José y su intención era rescatar a su hermano, pero ya no lo encontró. Este versículo podría indicar que Rubén el hermano mayor no logra saber de sus hermanos toda la verdad acontecida. Lo siguiente es que todos ellos tomaron la túnica de colores de José, la cubrieron con sangre de cabrito y entregaron a su padre.
Rubén había tenido buenas intenciones pero nunca las buenas intenciones son suficientes, no hizo nada para detener a sus hermanos en aquel entonces y ahora está recordando esto a sus hermanos.
“He aquí también se nos demanda su sangre.” - Sin embargo, algo ha pasado en la vida de toda la familia. Ellos vivían sin moral ni conciencia y con todas sus obras vivían lejos de Dios pero ahora las cosas parecen haber cambiado. La culpa era demasiado grande como para soportarla. Sabían que Dios estaba haciendo un pueblo de ellos y esto parece los primeros rasgos de arrepentimiento que se observan en esta historia. Esto es lo que buscaba conocer José, si sus hermanos se habían arrepentido o seguían siendo igual de malos.
23 Pero ellos no sabían que los entendía José, porque había intérprete entre ellos.
José acaba de enterarse los detalles de la situación de mayor dolor en su vida. Rubén había estado opuesto al plan de eliminar a José, aunque no fue suficientemente fuerte para impedir el mal sobre él. Por otro lado, debe estar impresionado y bastante emocionado o conmovido. Sus hermanos no han podido descansar nunca del peso de sus acciones y el mal realizado a José.
“..porque había intérprete entre ellos.” - Aunque José entendía el idioma hebreo muy bien, parte de su plan de no identificarse era hablar el idioma egipcio antiguo. Entonces, José hacía uso de intérprete para poder comunicarse con ellos. Los hermanos de José no saben que el señor de la tierra de Egipto, José, no solo los escucha sino los entiende.
24 Y se apartó José de ellos, y lloró; después volvió a ellos, y les habló, y tomó de entre ellos a Simeón, y lo aprisionó a vista de ellos. 25 Después mandó José que llenaran sus sacos de trigo, y devolviesen el dinero de cada uno de ellos, poniéndolo en su saco, y les diesen comida para el camino; y así se hizo con ellos.
José esta conmovido, llora por todo lo que ha acontencido. Fue alejado de su padre por causa de sus hermanos pero parece haber arrepentimiento o al menos hasta ahora dolor en ellos. ¿Será que es así? ¿Será que sus hermanos han cambiado? La evidencia tendría que ser la vida de Benjamín. De esto hemos hablado en el estudio anterior. Si Benjamín estaba vivo, entonces, no había sido la siguiente víctima a causa de la envidia. José deseaba tanto saber todo esto.
“..y les habló y tomó de entre ellos a Simeón, y lo aprisionó a vista de ellos.” - Nuevamente los momentos de alta tensión regresan a la escena. José va a tomar a uno de ellos para ser prisionero. No toma al mayor Rubén, y Simeón el segundo es un hombre bastante rudo. Mató a muchos hombres en venganza de su heramana Dina y probablemente estaba involucrado o promoviendo todas las ideas contra José hace más de 20 años. Realmente no hay forma de saber las razones de la elección de José. Lo cierto es que pasa a la vista de ellos y los hermanos de José deben estar perturbados por esto. No volverán todos a casa, su padre les espera y llegarán con una muy mala noticia.
Sin embargo, la gracia sobre sus hermanos no se hace esperar. José ordena que les den trigo en abundancia. Él estaba pensando en las familias de Canaán, en su padre y en su hermano también.
“..y devolviesen el dinero de cada uno de ellos..” - Debemos aclarar esto. Por nuestro contexto, tal vez pensaríamos en algún tipo de monedas, pero en los tiempos de José no existía ni siquiera las monedas acuñadas que recién fueron comunes en el siglo VI antes de Cristo. Entonces, el dinero es referencia a metales preciosos, piedras preciosas, especias, incienso y otros artículos de lujo que eran negociados por su peso. Sobre todo, la “plata” como mineral era usada en el mundo antiguo para intercambio de comercio.
José había devuelto todo. No quería que sus hermanos gasten en alimento en tiempo de gran hambruna. La gracia de José y en realidad la gracia de Dios era manifestada para la casa de Jacob y tenían alimento para el camino de regreso.
26 Y ellos pusieron su trigo sobre sus asnos, y se fueron de allí. 27 Pero abriendo uno de ellos su saco para dar de comer a su asno en el mesón, vio su dinero que estaba en la boca de su costal.
Los hermanos abandonan la tierra de Egipto, cargan el trigo sobre sus asnos pero cuando están en una posada y uno de ellos quiere dar de comer a su asno mira que su dinero está en su costal. Debe estar alarmarlo. Acaban de salir de una situación sumamente difícil delante del gobernador de Egipto quien los había acusado de espías tomando a su hermano Simemón como rehén para comprobar que no lo son. Y ahora, esta situación empeora todo. Podrían ser acusados también de ladrones y la vida de su hermano y las suyas estarían realmente en un gran riesgo irreversible.
28 Y dijo a sus hermanos: Mi dinero se me ha devuelto, y helo aquí en mi saco. Entonces se les sobresaltó el corazón, y espantados dijeron el uno al otro: ¿Qué es esto que nos ha hecho Dios?
No sabemos cuál hermano ha abierto el saco, pero lo ha comentado a los demás. Esto es una gran mala noticia para ellos. Las cosas van de mal en peor.
“..se les sobresaltó el corazón, y espantados dijeron el uno al otro: ¿Qué es esto que nos ha hecho Dios?” - La ausencia de Dios hace algunos años parecía ser algo común en sus vidas pero ya no era así. Al menos atribuyen a la intervención divina aunque asignando como castigo o retribución y consecuencias de sus malas acciones. No habían tomado en cuenta a Dios en el momento de vender a su hermano José y ahora parece que responsabilizan a Dios haciendo juicio sobre ellos.
Nuevamente vemos que estos hombres nunca habían sido libres de sus conciencias. Estaban totalmente cargados y sin descanso en más de 20 años. La palabra “hagad” que es traducida como “espantados” también podría ser traducida como “temblando”. Estos hombres realmente están atónitos y asutados ante lo que está sucediendo.
No pueden comprender cómo el dinero ha sido devuelto. No entienden tampoco lo que significaba la gracia. Ellos muy difícilmente la habían dado a alguien y era casi imposible considerar como gracia lo que habían recibido para el beneficio de sus familias. Que situación más complicada en la vida de estos hermanos.
29 Y venidos a Jacob su padre en tierra de Canaán, le contaron todo lo que les había acontecido, diciendo:
Más situacines difíciles les tocaba vivir. Ahora tenían que enfrentar a su padre. Él no había querido que Benjamín salga con ellos de viaje porque realmente no confiaba en ellos para la superviviencia o cuidado de su hijo. Pero, parece que Jacob no se había equivocado. No han vuelto todos, han perdido a otro de los hermanos.
Esto es lo que cuentan a su padre Jacob:
30 Aquel varón, el señor de la tierra, nos habló ásperamente, y nos trató como a espías de la tierra.
El primer aspecto es que hay un hombre poderoso en la tierra de Egipto. Este hombre les había hablado duramente y les había acusado de usar un falso comercio para espiar la tierra ante una situación de ataque a Egipto.
31 Y nosotros le dijimos: Somos hombres honrados, nunca fuimos espías. 32 Somos doce hermanos, hijos de nuestro padre; uno no parece, y el menor está hoy con nuestro padre en la tierra de Canaán.
Los hijos de Jacob cuentan cómo habían hecho defensa para argumentar que realmente no eran espías y entonces no eran dignos de muerte. Su defensa incluía mención a que son doce hermanos, y que uno había muerto, y que el menor estaba en la casa de su padre en Canaán.
Sin embargo, el argumento que creían más favorable para ellos iba a convertirse en el argumento más complicado, puesto que el gobernador de Egipto les pediría evidencias de que decían la verdad, y tendrían que presentar al menor delante de él.
33 Entonces aquel varón, el señor de la tierra, nos dijo: En esto conoceré que sois hombres honrados: dejad conmigo uno de vuestros hermanos, y tomad para el hambre de vuestras casas, y andad,
Ahora Jacob sabe por qué han regresado todos menos uno. Están bajo una prueba para ver si efectivamente han dicho la verdad. Lo que ellos no saben es que José desea verificar y está muy ansioso de saber si ellos dicen la verdad y Benjamín no ha corrido la misma suerte que él a causa de la envidia de sus hermanos. Esto podría ser la primera evidencia de un cambio de actitud en los hermanos que tanto busca José.
“..y tomad para el hambre de vuestras casas, y andad,..” - A pesar de la situación, al menos habían logrado traer alimentos para la casa de su padre, sus siervos y sus propias familias, incluyendo a sus esposas e hijos.
34 y traedme a vuestro hermano el menor, para que yo sepa que no sois espías, sino hombres honrados; así os daré a vuestro hermano, y negociaréis en la tierra.
La petición de José es clara pero también sumamente estricta. La única forma de garantizar la sobrevivencia del hermano que ha quedado es que presenten a Benjamín, y entonces habrán demostrado que no son espías y podrán comercializar tranquilamente en la tierra.
José realmente es un hombre sabio. Esta prueba mostrará muchas cosas. Si se habían desecho de uno de los hermanos, ¿Acaso no podrían olvidarse del otro? ¿No podrían decir a su padre en Canaán que algún mal había venido sobre Simeón y había muerto? José estará esperando cuál será la respuesta de los hermanos y si irán a su rescate. Tal vez ahora, están más unidos que antes.
José sabe bien que las raciones de comida que han llevado no van a alcanzarles para los siete años de hambruna. Tal vez ellos no lo comprenden bien, pero José sabe que estos hombres tendrán que considerar volver a Egipto, y entonces, únicamente pueden hacerlo con Benjamín sino solo tienen dos opciones: O mueren como espías o mueren por hambre en Canaán.
Este versículo parece ser el versículo clave de este pasaje. José ha puesto una prueba muy grande en ellos. José tiene esperanza en sus hermanos que no han hecho mal con Benjamín, pero necesitan probarlo.
35 Y aconteció que vaciando ellos sus sacos, he aquí que en el saco de cada uno estaba el atado de su dinero; y viendo ellos y su padre los atados de su dinero, tuvieron temor.
Después de contar a su padre, todos los hermanos quieren descargar las provisiones pero se llevan una gran sorpresa. El atado de dinero, o la bolsa con el dinero, está en todos los sacos. No estaba únicamente en uno de ellos sino que está en todos los sacos.
“..tuvieron temor.” - Ahora la situación se ha vuelto sumamente crítica. No podrían argumentar un descuido, que alguno se había olvidado pagar, o alguna otra situación fortuita, sino que, no habrá excusa para defenderse. El dinero estaba en todas las bolsas. La respuesta de los hermanos y el padre es difícil de entenderla. Ellos tienen temor, pero no pasa por la mente de ninguno la posible expresión de la gracia de aquel gobernador, que era sincero en sus intenciones y que las manifestaciones de su honestidad en liberar a Simeón eran totalmente ciertas si es que en ellos había verdad.
El que es prisionero de su conciencia está tan perturbado que también está enceguecido para ver la gracia.
36 Entonces su padre Jacob les dijo: Me habéis privado de mis hijos; José no parece, ni Simeón tampoco, y a Benjamín le llevaréis; contra mí son todas estas cosas.
Jacob expresa lo que ha guardado por algún tiempo. Él no puede confiar en sus hijos. Jacob responsabiliza al resto de hermanos de ser responsables de la ausencia de José, aunque sin saber que ellos lo habían vendido o querían matarlo, pero de alguna manera eran responsables del cuidado de su hermano. Los acusa también de Simeón, no pudieron hacerlo retornar y ahora quieren llevar a Benjamín, y Jacob casi está seguro que tampoco saldrá con vida. ¡Qué difícil situación para los hijos! Debe ser frustrante saber que no son de confianza para el padre. Hay mucho dolor en esta familia. Un padre que se ha equivocado, hijos envidiosos que han obrado mal. Esta parece ser la familia menos indicada para que de ellos Dios haga un pueblo o venga el salvador del mundo. Pero Dios aún tiene planes de restauración.
“..contra mí son esas cosas.” - Jacob considera que todo lo que le pasa es contra él. La vida de Jacob no había sido ejemplar en todo momento. Estaba llena de grandes errores, pero también había sido un hombre de fe en muchas ocasiones. Probablemente está pensando que el juicio de Dios está llegando a su vida.
Y cuando se necesitaba de palabras sabias, las cosas son peores en esta familia:
37 Y Rubén habló a su padre, diciendo: Harás morir a mis dos hijos, si no te lo devuelvo; entrégalo en mi mano, que yo lo devolveré a ti.
Rubén es el hermano mayor, probablemente se siente responsable de los problemas más que todos los hijos e intentando buscar una solución promueve los desaciertos. Pone de garantía la vida de dos de sus hijos por si no llegaran a devolver a Benjamín en su viaje a Egipto. Jacob podría entonces tomar la vida de sus dos muy jóvenes hijos si fracasan en este intento. Algunos podrían ver como una gran hazaña la propuesta de Rubén, pero si algo ha mostrado la Escritura en Abraham, Isaac y Jacob es que nunca se soluciona el mal con otro mal. Rubén podría haberse rendido delante de Dios y haber pedido sabiduría pero no lo hace. El resto de los hermanos podría haber confesado el delito contra José al venderlo y más al ver a su padre sufrir pero ninguno lo hace. Realmente no hay sabiduría en estos hijos. Uno puede intentar resaltar lo que intenta hacer Rubén por ayudar, pero sin sabiduría a veces uno no ayuda. Y en este caso la ayuda que requieren no es la humana sino la divina.
38 Y él dijo: No descenderá mi hijo con vosotros, pues su hermano ha muerto, y él solo ha quedado; y si le aconteciere algún desastre en el camino por donde vais, haréis descender mis canas con dolor al Seol.
La respuesta de Jacob es difícil.
“No descenderá mi hijo con vosotros..” - La respuesta es que Benjamín no irá. Jacob está tan triste que acaba de perder la perspectiva y sentido de PROVIDENCIA de Dios. El Señor lo ha cuidado delante de quien podría haber cortado su cabeza, es decir, su hermano Esaú, pero ahora se siente invadido por la tristeza y sin esperanza. Su hijo Simeón, aún con manos manchadas con sangre, está en la cárcel en Egipto, pero no hay motivación o ninguna puerta abierta para Jacob, de recuperarlo. Él ya ha dado por sentado que ha perdido dos de sus hijos.
“..pues su hermano ha muerto, y él solo ha quedado; y si le aconteciere algún desastre en el camino por donde vais, haréis descender mis canas con dolor al Seol” - Esta es una expresión que muestra el gran dolor y luto que habría en la vida de Jacob. Y aunque debemos o tratamos de ser respetuosos del dolor ajeno, a veces este no siempre se origina en situaciones irremediables sino en la flaqueza de la fe. ¿No había dicho Dios a Jacob que haría de él una nación y conjunto de naciones procederían de él? ¿No le había dicho Dios que reyes saldrían de él y hasta le había cambiado el nombre a “Israel” dándole propósitos nuevos? ¿No había adorado Jacob en Betel mostrando total confianza en esas promesas recibidas de parte de Dios?
Ahora vemos que los hijos de Jacob no eran los únicos que estaban mal, sino que Jacob mismo estaba pisando sendas de oscuridad a causa del dolor. El problema de hambre se ha resuelto temporalmente pero han surgido mayores problemas. Un hijo está rehén y la vida de otro estaría en peligro si va a Egipto, pero el mayo problema espiritual acaba de reflejarse en la vida de esta familia.
MEDITEMOS EN LA PALABRA
MEDITEMOS EN LA PALABRA
Hay historias hermosas en la Escritura y a veces hay historias difíciles en ella. Así como en muchas de ellas se muestran varias decisiones de fe, en otras sobresale la decadencia humana a causa del pecado. Pero vamos a cambiar de historia para enfocarnos en las nuestras. ¿Será que también estamos en historias de fe o en historias de decadencia por el pecado?
La Biblia nos ha mostrado cómo eran los hermanos de José, pero ahora, va a revelar cómo somos nosotros. Algunas verdades bíblicas o principios bíblicos que podemos aprender de esta porción de la Palabra y que algún momento también se nos van a demandar.
La libertad verdadera es producto de una conciencia libre delante del Señor. El remordimiento atormenta las mentes y corazones mientras no haya arrepentimiento, pero Cristo puede limpiarnos.
La libertad verdadera es producto de una conciencia libre delante del Señor. El remordimiento atormenta las mentes y corazones mientras no haya arrepentimiento, pero Cristo puede limpiarnos.
Los hermanos de José son presas de sus conciencias. Saben que han hecho lo malo, pero no confiesan esto a su padre y sobre todo no confiesan nada a Dios. Prefieren cargar la culpa y seguir en sus prisiones antes que ser descubiertos como culpables delante de su padre y los hombres. Tienen alimento, pero no tienen paz. Pueden satisfacer sus cuerpos pero no pueden satisfacer las demandas de su conciencia.
¿Y que háy de nosotros? Tal vez los hermanos de José no son los únicos. ¿Estamos viviendo así? ¿Será que también somos presas de nuestra conciencia? Lo que no hicieron los hermanos de José tú y yo podemos hacerlo. Sabemos el camino. Confiesa tu pecado al Señor, arrepiéntete de tus pecados y Él escuchará, y te libertará de toda carga, y limpiará tu corazón.
8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
Él va a perdonar totalmente. No se trata del tamaño de tu pecado, Él no lo hace pensando en cuán grande o cuán pequeño es tu pecado, o si es digno de perdonar o no. Lo hace porque es FIEL Y JUSTO. Tan solo necesitas arrepentimiento genuino. Entonces solo así, podrás tener verdadera paz, aún haya hambruna, pandemia, dificultades, situaciones difíciles, en todo tendrás paz. Serás libre de todas tus cargas porque estas pasarán a Cristo en la cruz. Confiesa tu pecado al Señor y vas a ser perdonado y limpio de toda maldad. La libertad verdadera es producto de una conciencia libre delante del Señor. El remordimiento atormenta las mentes y corazones mientras no haya arrepentimiento, pero Cristo puede limpiarnos.
La falta de sabiduría en los hijos puede causar gran desánimo y dolor al corazón de los padres. Aquel que desea verdadera sabiduría únicamente va a encontrarla cuando se rinda por completo a Cristo.
La falta de sabiduría en los hijos puede causar gran desánimo y dolor al corazón de los padres. Aquel que desea verdadera sabiduría únicamente va a encontrarla cuando se rinda por completo a Cristo.
Jacob es un hombre que hecha la culpa a sus hijos de sus grandes males. Aunque hay responsabilidad en Jacob, realmente sus hijos eran hombres que no actuaban en temor a Dios y que habían ocasionado el mal sobre José y en consecuencia sobre Simeón. Los hijos de Jacob causan gran dolor a su padre ya anciano.
¿Y qué es lo que nosotros causamos a nuestros padres? ¿Cuántos padres (y estamos hablando de las madres también) no han tenido vidas miserables a causa de la falta de los hijos o hijas? Siempre se escucha testimonios o frases de hijos que fueron arruinados por sus padres, pero ¿Cuántas decisiones en tu vida han arruinado también los sueños y la vida de los padres? y tal vez, ni siquiera eres conciente de esto. Es fácil pensar en uno solo, sin importarte los sentimientos, valor, bienestar, tranquilidad o felicidad de los que te aman, sobre todo de tus padres. Los creyentes no hacemos esto. Los creyentes debemos ser misericordiosos con nuestros padres y debemos obrar de forma que nuestros actos pecaminosos no causen tristeza a sus corazones. Los creyentes no nos rendimos a nuestros actos y deseos, sino a Cristo.
20 El hijo sabio alegra al padre;
Mas el hombre necio menosprecia a su madre.
No había sabiduría en los hijos de Jacob, y a veces y creo que muchas veces no hay sabiduría hoy en nosotros los hijos. Tal vez, también puede ser nuestro caso. Entonces, necesitamos la solución que solo hay en Cristo. Nuestros actos, palabras y hechos pueden traer bendiciones a nuestros padres y no solo tormento. La sabiduría desde la perspectiva bíblica no viene con la edad. No viene con la experiencia y no viene por el paso de los años. José era más sabio que todos sus hermanos, que su mismo padre y aún más que Faraón. José halló la sabiduría en el Señor.
33 El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría;
Y a la honra precede la humildad.
Todo el que reconozca que no puede por sí mismo, que requiere del Señor, entonces será Sabio. El temor de Jehová es la sabiduría. Si el Señor es “SEÑOR” de tu vida, entonces obrarás con sabiduría. Necesitamos ser temerosos de la Palabra del Señor. Despojarnos de nuestros pensamientos y tomar todo Su consejo. Esto es sabiduría.
¿Estás lastimando a otras personas por tu falta de sabiduría? Eso puede ser una llamada de atención y una gran alerta de que no estás rendido a Cristo. Necesitamos hacerlo y podemos hacerlo hoy.
No lastimemos más a los que amamos, a los que nos aman, sino que obremos con sabiduría. La falta de sabiduría en los hijos puede causar gran desánimo y dolor al corazón de los padres. Aquel que desea verdadera sabiduría únicamente va a encontrarla cuando se rinda por completo a Cristo.
También podemos tener una alerta para nuestras vidas sobre lo que pasó con Jacob.
La debilidad de la fe en tiempos de angustia te llevará a olvidar la misericordia, bondad y propósitos del Señor que han venido sobre tu vida, mas la Palabra de Dios sustenta al creyente en tiempos difíciles.
La debilidad de la fe en tiempos de angustia te llevará a olvidar la misericordia, bondad y propósitos del Señor que han venido sobre tu vida, mas la Palabra de Dios sustenta al creyente en tiempos difíciles.
Jacob está pasando por momentos de gran angustia por la memoria de su hijo José, la pérdida temporal de su hijo Simeón y el riesgo sobre la vida de su hijo Benjamín. Pero la actitud que tiene Jacob es de un hombre derrotado, no de uno que espera en el Señor. Jacob parece estar condenado a descender al Seol con dolor, que es una expresión de morir con dolor y sin esperanza en su vida.
Jacob ha olvidado toda la misericordia y bondad de Dios que recibió frente a Esaú, Labán y en realidad en toda su vida. Jacob había adorado en Betel agradeciendo que Dios le había confirmado el pacto de que iba a ser padre de naciones y esto por sus hijos. Ahora ve a sus hijos perdidos como si Dios no pudiese cumplir Su Palabra. El dolor ha cegado a Jacob.
Nosotros olvidamos muchas veces toda la misericordia que Dios ha tenido para con nuestras vidas, y a veces, ni tenemos que esperar la situación trágica, simplemente lo olvidamos. La debilidad de la fe nos lleva a olvidar cuán grandes cosas Dios ha hecho por nosotros. Sobre todo por la tristeza olvidamos que hemos sido rescatados no un momento sino eternamente y olvidamos que vamos a estar eternamente en el reino del Señor. Entonces ¿qué podemos hacer en estos tiempos difíciles?
143 Aflicción y angustia se han apoderado de mí,
Mas tus mandamientos fueron mi delicia.
Esa es la respuesta. La Palabra de Dios puede ser tu delicia. No los mandamientos de los hombres, no los mandamientos propios, sino La Palabra y el Consejo de Dios. Hay mucha delicia que nos estamos perdiendo que podría sustentarnos en tiempos de aflicción y angustia. !Si tan solo hubiese hecho esto Jacob! No estaría él pensando en descender con dolor al Seol, sino totalmente ansioso de saber cómo Dios puede obrar para cumplir sus promesas sobre sus hijos. No fracases en tu vida y no lleves a otros al fracaso por los tiempos de angustia, sino ESPERA en los propósitos del Señor en la delicia de Su Palabra. La debilidad de la fe en tiempos de angustia te llevará a olvidar la misericordia, bondad y propósitos del Señor que ha venido sobre tu vida, mas la Palabra de Dios sustenta al creyente en tiempos difíciles.
Y la última verdad bíblica de hoy, que nos muestra un panorama más grande de lo que está pasando en esta porción:
La providencia y el amor de Dios son extraordinarios, Él toma a una familia disfuncional, dañada y perdida para hacer un pueblo que guarde Su Palabra por la cuál venga Cristo el Salvador.
La providencia y el amor de Dios son extraordinarios, Él toma a una familia disfuncional, dañada y perdida para hacer un pueblo que guarde Su Palabra por la cuál venga Cristo el Salvador.
Solo el Señor puede tener tan grande misericordia al tomar lo malo que somos para trabajar en nosotros, transformarnos y hacernos útiles para Su Reino y Gloria.
Con seguridad que ninguno de nosotros hubiese elegido a la familia de Jacob para iniciar el pueblo de Dios. Es una familia disfuncional y en decadencia. Parece no tener propósitos, los miembros son egoístas, envidiosos, no tienen sabiduría, no tienen temor de Dios, hay violencia a los miembros, no hay temor al padre, definitivamente es una familia que no escogeríamos para iniciar en ellos el pueblo de Dios. Son todo lo contrario a lo que uno quisiera. Pero gracias a Dios que Él mira con ojos distintos a los nuestros, porque sino nosotros tampoco hubiésemos sido escogidos. Esto es lo maravilloso, que todos los malos, podemos ser transformados en las manos de un Dios de Gracia. Y eso es lo que hará con esa familia en Egipto.
¿Sabes? Tal vez también vienes de un transfondo difícil, donde has cometido errores, donde has lastimado a otros, donde te han lastimado. También tal vez venimos de familias que no han tenido un buen inicio. Pero el Señor está buscando corazones dispuestos a reconocer su mal, arrepentirse de sus pecados y entonces ser lavados por el Señor Jesucristo.
Esta familia de Jacob que parece ser tan mala va a ser principal instrumento para que a través de ellos venga el Salvador Jesucristo. Y nosotros, también siendo malos podemos ser grandes instrumentos para que el Señor Jesucristo y Su evangelio lleguen a muchas personas. Él transforma lo malo en lo bueno cuando hay fe y arrepentimiento.
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
El que hace todas las cosas nuevas, está llamando hoy, a quienes humildemente y en humillación delante del Señor, reconozcan que no pueden más, que están cargados, que tal vez son años de llevar cargas grandes en su conciencia o en sus vidas, el Señor hace nuevas todas las cosas, Él nos hace nuevas criaturas. Vamos a orar.